Punterazo rumbo a la Séptima

Aunque algunos puretas, como mi amigo Lobo Carrasco, se empeñan en demonizar a los jugadores que golpean de puntera la pelota, aquel Madrid de Heynckes tocó el cielo y ganó la primera Copa de Europa en 32 años gracias a ese recurso. Karembeu, que era tosco en el porte y en la manera de conducir la bola, fue el héroe en aquella noche de portería caída y locura escénica con un punterazo que destrozó al Borussia. No era la primera vez. En Leverkusen, el francés nacido en Nueva Caledonia sacó su perfil guerrero con otro punterazo que dejó temblando y con dolor de cabeza al equipo de la aspirina. Karembeu demostró la importancia de tener jugadores de equipo para alcanzar grandes logros colectivos...

Ahora vuelve ese Borussia cuyo juego dominaba Sahin hace dos temporadas, en uno de esos misterios que parecen guionizados por Iker Jiménez en su Cuarto Milenio. Llega un ejército de alemanes sin entrada y en la Bundesliga están descolgados del líder (el Bayern de Javi Martínez). Igualito que el Madrid con el Barça. Pero ni Madrid ni Borussia están muertos. Son dos equipazos.