España, Cataluña, el Barça y su causa

España, Cataluña, el Barça y su causa

La pregunta tiene una respuesta difícil. La pregunta es la que sigue: Si Cataluña se marchara de España, ¿el Barça jugaría la Liga? A nosotros nos sale un 81 % que no, que el Barça no podría jugar la Liga española. Supongo que para muchos mezclar el fútbol con un sentimiento tan hondo como la pertenencia o no a tal nación o a tal otra es una frivolidad. Pero es que la vida está sobre todo hecha de esas cosas pequeñas. Y el fútbol, y creo que esto lo dijo Sacchi, es la más importante de las cosas pequeñas. Y, seamos sinceros, la vida está hecha de cosas pequeñas, todas las cuales juntas hacen un algo grande.

La pregunta, decía, es la que sigue: Si Cataluña se marchara de España, ¿el Barça jugaría la Liga? Y la respuesta mayoritaria es no y ese no rotundo se me antoja el efecto más estremecedor de todos los que se derivarían de la eventual secesión. Entre los grandes ocios de este país el más significativo, que ha llegado a desplazar del centro de la escena al toro, es la Liga de fútbol. Y en ella el pulso entre el Barça y el Madrid ha tenido un protagonismo dominante, hasta el punto de merecer la atención de todo el planeta, como pasó en su día con los duelos Fischer-Spassky, Alí-Frazier, o Lakers-Celtics.

La pregunta es tozuda: Si Cataluña se marchara de España, ¿el Barça seguiría jugando la Liga? Nadie me podrá decir que este es un tema menor. El Barça es, sí, más que un club. Es el receptáculo del malestar de quienes se sienten permanentemente avasallados por un ente fantasmagórico cuyo rostro es el Real Madrid. Si Cataluña y España tomaran caminos diferentes, no me imagino de ninguna de las maneras, ni con la mejor de las intenciones, al Barça jugando esta Liga y visitando todos su campos. Ni España querría al Barça ni el Barça sería lo mismo sin su pulso y sus partidos contra el Real Madrid.