Los compañeros del líder están mejor que sus rivales
Decepción ayer en la primera etapa de los Alpes. No hubo ningún ciclista que atacara a Wiggins en la montaña y le peleara la clasificación general. Me está pareciendo la carrera más aburrida de los últimos años. El problema puede ser que los compañeros del líder están mejor físicamente que sus rivales, sobre todo Froome, que sigue asumiendo que su trabajo es ayudar a su jefe de filas y sin rebelarse. Van den Broeck fue el único que intentó animar la carrera. Cadel Evans sigue a la defensiva marcando a Wiggins y con la única aspiración de quedar en el podio. Nibali intentó la escapada en el descenso del puerto y no subiendo, lo que significa que está falto de fuerzas. Voeckler ganó la etapa porque fue el ciclista que llegó con más fuerza de los escapados.
Me sorprendió que el equipo de Zubeldia apretara al final de la etapa para defender el sexto puesto del español, quedando diez días para acabar la carrera, cuando esto es habitual hacerlo a dos jornadas para el final. Los corredores españoles están empezando a despertar en este Tour. Luis León Sánchez hizo una gran etapa derrochando muchas fuerzas en la escapada, pero la dureza de los últimos kilómetros le hicieron imposible pelear por la victoria. Valverde empezó a coger el ritmo de la carrera y le veo con ganas de demostrar lo que vale en alguna jornada. La etapa de hoy es muy dura y una de las últimas opciones para que Evans o Nibali presionen al líder y si no ocurre nada de esto, veo el Tour sentenciado con demasiada antelación y quedando una contrarreloj todavía.