Toda España alentará hoy a los de carne y hueso

Los guiñoles franceses, cuya celebridad va en proporción directa al tiempo que dedican a meterse con los deportistas españoles, han tenido perfecta réplica en la red con una respuesta del guiñol Casillas a la que todos nos apuntamos: "A Donetsk iremos los de carne y hueso. Sed puntuales". Con Francia pocas bromas. Son muchos años soportando ciertas miradas por encima del hombro, aunque gente entrañable como Frédéric Hermel nos ha mostrado la mejor cara de nuestros vecinos del Norte. Y en el campo no hace falta recordar de nuevo que jamás les hemos ganado en partido oficial. Por eso, esta noche toda España abandonará las terrazas de verano y dejará vacíos los cines y teatros para ponerse delante de la tele para animar a La Roja. Este partido es casi una cuestión de Estado y fijo que se batirá el récord de audiencia de la final del Mundial ante Holanda.

Ayer mismo vi un caso revelador. Un niño de cinco añitos iba cogido de la mano de su abuelo, que pasaba de largo los 80. El hombre iba orgulloso con su camiseta oficial de la Selección, con ese escudo que pronto recuperará su simbología española en detrimento del afrancesamiento que tiene el actual modelo. El nieto también iba con la roja (talla mini). Daba gusto verles a los dos. Dos generaciones separadas por tres cuartos de siglo pero unidas por una camiseta que ya es un artículo de culto. Hoy, los Iker, Ramos, Xavi, Iniesta y Silva van a hacernos soñar a todos: niños, padres y abuelos. ¡A por ellos!