Hoy toca fiesta en Gdansk: juega el España C.F

Hace tiempo que España es mucho más que una selección de fútbol. El primer avance se produjo con Luis cuando se le ocurrió aquello de La Roja. Eso fue ponerle un sello añadido de identidad, igual que los franceses son Les Bleus, Italia presume de la Azzurra o Brasil de la Canarinha. Por si había dudas, las conquistas deportivas han dimensionado el valor de nuestro juego, desterrando para siempre los fantasmas del pasado y ese malditismo que creíamos genético y en realidad era sólo generacional. Quizás con Casillas, Xabi Alonso, Xavi, Iniesta o Silva habría sido más sencillo para Cardeñosa meter aquel gol a Leao en Mar del Plata, a Eloy batir a Pfaff en México o a Salinas superar a Pagliuca en el Foxboro Stadium de Boston. De eso ya no queda nada

Esta nueva España contagia e irradia belleza, estética, espectáculo y compromiso. Eso explica que en mis tiempos mozos viajasen con la Selección sólo los familiares de los jugadores, los millonarios y cuatro valientes tipo Manolo el del Bombo, y que ahora España sea de los equipos más acompañados y apoyados en las gradas. Es admirable que en plena crisis económica y con la prima de riesgo alimentando un catenaccio en casa a la hora de sacar dinero de la caja, un ejército de 10.000 españoles y españolas hayan cambiado la playa y las ofertas del Caribe por estar junto a Del Bosque y sus 23 centuriones en tierras polacas y ucranianas. El rival de hoy es Croacia, que no teme a nada ni a nadie. Pero da igual. Lo importante es que juega el España C. F. ¡A por ellos!