Mickeal no retrocedió y Suárez, sí

Lorbek estuvo sensacional, Navarro heroico y Wallace... bueno, lo suyo fue un expediente X; pero nadie representó la resistencia a caer de este limitado y orgulloso Barça como Pete Mickeal. O mejor dicho, como el desenlace de su desagradable cuita con Carlos Suárez. A los episodios ya conocidos (gran defensa del madridista durante tres partidos, permanente trash talking, tres collejas de Suárez, un guantazo de Mickeal castigado con una simple técnica y cruce de acusaciones e insultos el martes), ayer se sumaron dos más: evitaron saludarse y un estúpido sector del Palacio profirió insultos racistas contra el estadounidense.

Planteado el conflicto, pasemos al desenlace. Suárez, 26 años, primera final de Liga, jugó el peor partido de sus notables playoffs: cero puntos y sólo 9 minutos. Mientras, Mickeal, con una valoración de 22 (máxima del partido), marcó la línea a seguir por todo su equipo. No es esto una vergüenza para Suárez y el Madrid, sino una lección. Con 34 años y 10 títulos , Mickeal crece bajo presión. Como el Barça. Eso es lo que debe aprender el Madrid de cara al quinto: no basta con ser mejor y más fuerte, si te metes en una pelea debes tener el carácter necesario para terminarla. El Barça lo tiene. El sábado veremos si el Madrid da ese estirón.