Este Castilla va a dejar huella...

Por la redacción de AS pasó un Castilla que dejará huella. No sólo por su ascenso, justo y necesario. Esta remesa está plagada de chavales curtidos, con talento y personalidad en proporciones similares. Joselu y Morata se pueden pegar con cualquier defensa sin caer en la trampa de la provocación. Jesé es un ingeniero de caminos con imaginación y desparpajo made in Canary Islands. Álex Fernández (éste se paga la entrada para ver los partidos de Champions del Madrid en el Bernabéu) y Mandi son dos mediocentros de armas tomar. Carvajal lleva el ADN vikingo grabado a fuego (se va Altintop, ¡él es el fichaje!). Juanfran, extremo con desborde por el que se pegan varios Primeras. Nacho y Casado son defensas con muchas tablas. Jesús y Mejías garantizan la portería. Falta saber qué pasará con Mosquera, propiedad del Getafe, e Iván, del Málaga.

Los chicos pueden optar ahora a ganar la primera Copa de Campeones de Segunda B para engordar el gigantesco Museo del Bernabéu. Pero ocurra lo que ocurra ante el poderosísimo Mirandés, el Castilla fue de largo el mejor campeón de las 38 jornadas previas al playoff de ascenso. Entre los 80 equipos de la categoría metió más goles que nadie (77) y sacó 14 puntos a Tenerife y Lugo, y 15 a mis admirados paisanos del Albacete. Pues resulta que estos tres equipos han pasado con brillantez a la siguiente ronda del playoff. Vamos, que el Grupo 1 era el más fuerte con diferencia, lo que dignifica aún más el mérito del equipazo de Toril.

De Toril sólo cabe decir una cosa. Está llamado a ser hombre de club (One Club Man) durante muchos años. En Segunda será un técnico de Primera. Y un caballero.