Estadio Bernabéu, el Museo del Gol

El cinco de mayo de 1990 el Madrid le ganó 5-2 al Oviedo, con tres goles de Hugo Sánchez, que así elevaba su marca personal a 38 tantos. Era la última jornada de Liga y el Madrid, que llegó a esa última jornada ya campeón, lo festejó con esta goleada que además de establecer ese récord de Hugo consagró el absoluto para goles de un equipo en la Liga: 107. El último de todos lo puso Aldana, cabe consignar. Era el brillante Madrid de la Quinta del Buitre, aquel equipo que ganó dos UEFAs y cinco Ligas, pero que se quedó sin Copa de Europa un poco por mala suerte y otro poco por el Milán.

Un equipo hermoso, atrevido y artístico, que dejó aquel récord que nos parecía estratosférico. De hecho, ha durado más de veinte años. Pero vivimos tiempos extraordinarios. El récord de Hugo Sánchez (que con aquello empató el mejor registro del venerable Zarra) ya lo batió Cristiano el año pasado, elevándolo a 40. Este año, a falta de seis jornadas, ya Messi ha mejorado la marca de Hugo, y a su vez Cristiano se ha empatado a sí mismo. Lo que venga a partir de ahora es ya territorio nuevo. En cuanto a los 107 goles, pueden caer hoy. El objetivo le da un atractivo singular al Madrid-Sporting.

Sé que echar estas cuentas parece un desprecio al Sporting, pero nada más lejos de mi intención. El cálculo es verosímil, porque este Madrid que lleva 104, saca un promedio de 3,7 en el Bernabéu, que ha convertido, como hicieran los de la Quinta, en algo así como un Museo del Gol. Mi máximo respeto al Sporting, pero vive días atormentados (¿quién aconsejó a Vega Arango lo de Clemente?), temeroso, pese a su victoria última, de un descenso que está cerca. Y tendrá enfrente a un rival extraordinario, necesitado de enseñar músculo a una semana vista del gran choque del Camp Nou. Sí, hoy puede ser.