Líderes de vestuario
Estrellas. No resulta fácil manejar un equipo plagado de estrellas. Es complicado para un entrenador enfrentarse a los ídolos de la afi ción. La mayor parte de técnicos opta por pactar con los que mandan, con los líderes, con los dueños del vestuario. Los débiles saben que su continuidad depende de agradar a los pesos pesados. Hay entrenadores complacientes y otros que se enfrentan a quien haga falta aunque no siempre ganan sus batallas. En cualquier vestuario hay intocables, futbolistas que están por encima del bien y del mal. En cambio, los entrenadores tienen siempre fecha de caducidad.
Guardiola. Se enfrentó a Etoo y a Ibra porque entendía que sus actitudes no ayudaban a la convivencia y restaban credibilidad a su discurso ante la plantilla. Les puso de patitas en la calle sin que nadie rechistase. El tiempo y los títulos le dieron la razón. Pero, ¿se plantearía tomar decisiones drásticas con Puyol o Piqué en caso de que tuviese problemas con ellos? Creo que no. Preferiría dar un portazo antes que enfrentarse a ellos...
Mou-Iker. Mourinho mantiene una relación fría, distante con Casillas. Es un secreto a voces aunque ayer dijo: "La historia es buena, pero no existe. No tengo ningún problema con él". El portugués asume que están condenados a entenderse. Sabe que la afi - ción jamás permitiría que tocasen a su estrella, a ese chaval de Móstoles que se ha hecho mayor ganando títulos y convirtiéndose en el mejor portero del mundo. A Mou le gusta controlarlo todo y ello pasa por la fi delidad del vestuario. Las fi ltraciones le ponen de los nervios. Sigue buscando chivatos. Iker es el capitán del Madrid y de la Selección. Ser campeón del mundo le da galones. Mourinho lo sabe y los acepta pero hay aspectos que le incomodan, como la amistad que Iker mantiene con muchos periodistas.
Sustituto. A Casillas le hace poca gracia que el club busque portero y le han sentado mal las últimas críticas, especialmente las del Loco Gatti en Punto Pelota por los goles encajados ante Málaga y Villarreal. Mou quiere que Iker note la presión de la competencia que supone tener a un buen suplente. En cambio, Iker entiende que le están buscando sustituto y empieza a estar cansado. Ha dejado caer a su gente que estaría dispuesto a marcharse. El madridismo no puede ni debe decidir entre ambos. La afi ción quiere a Iker como el chico de la casa que es y adora a Mou, al que ve como el único técnico que puede acabar con la hegemonía del Barça. Ambos deberían poner al Madrid por encima de sus intereses.
P. D. Mensaje a Florentino: Debe sentar a los dos en una mesa y arreglarlo. Con Valdano no merecía la pena. Con Casillas sí...Y Punto Pelota.