Ejemplos de un salto de calidad
La plaza de semifinalista lleva el nombre del Athletic y se decidirá en la batalla de San Mamés. Así que dos equipos que nunca antes se habían cruzado en su historia vivirán uno de sus partidos más intensos en el arranque de la Semana Santa bilbaína. Los alemanes solo concederán un detalle: colocar flores en el busto de Pichichi, que es lo que toca a todos los que se estrenan en San Mamés. Lo de pasear el ramo por la tribuna será cosa de Raúl, propuesto al principio de temporada por sus compañeros para lucir el brazalete de capitán, y el jugador de la plantilla germana que más incendios ha montado en La Catedral. De no haber mediado el piscinazo de ayer o la bronca que le echó a Ander Herrera, tendría segura la ovación. Ahora, tendrá que ganársela.
Pase lo que pase, aunque en el lado rojiblanco no hay duda de que la gloria se quedará en casa, los dos equipos tendrán mucho para felicitarse. El Schalke, con fichajes mediáticos incluidos, se ha colocado en el escaparate y viene de tocar la Champions. Y el Athletic quiere aprovechar el tirón para convertirse en un habitual de las competiciones europeas. Desde 1977 no estaba tan alto en el segundo torneo continental. Los dos clubes disfrutan de un particular salto de calidad después de temporadas en barbecho y de haber compartido éxitos en las décadas de los 30 y los 40, cuando mineros y rojiblancos ganaban Ligas con aparente comodidad. Los de Bielsa tocan el premio con los dedos. Sus exhibiciones lo están mereciendo.