Vital para el Tourmalet de la Liga
El Real Madrid vuelve a estar en su hábitat natural. Por muy flojo que haya parecido el APOEL, habrá que darle la importancia que merece a las segundas semifinales consecutivas con Mourinho en el banquillo. No se le puede negar al portugués haber roto con la historia negra de los octavos de final que, no hace tanto, parecía perseguir al equipo blanco. El sueño de la Décima permanece intacto, aunque uno tiene la sensación de que los hombres de Mou han perdido algo de chispa respecto al rendimiento de hace un par de meses. Es una evidencia que le cuesta mucho más hacer los goles que antes le salían a borbotones. Fueron tres, pero pudieron ser el doble. Sí es buena noticia que Mou vuelva a estar fino en la lectura de los partidos y de los cambios, porque eso será un factor trascendental para poder optar al más prestigioso de los títulos.
La necesidad de esta goleada en Nicosia va mucho más allá de la importancia que tiene para la afición del Madrid la Copa de Europa, su competición fetiche. Los goles de Benzema y Kaká permiten afrontar el Tourmalet liguero con cierta tranquilidad y con la posibilidad de rotaciones en el partido de vuelta frente al APOEL el próximo miércoles.
No es cuestión baladí en el momento álgido de la temporada. Incluso le habrá venido fenomenal el obligado descanso a Xabi Alonso, por muy buena pinta que tenga Sahin. El detalle es trascendental si se tiene en cuenta que en las próximas tres semanas toca visitar el Reyno de Navarra, el Calderón y recibir al Valencia en el Bernabéu. El liderato, con las semifinales de la Champions en el bolsillo, se puede defender con renovado espíritu.