El Cholo, el Mono y su profesor
Al comienzo de la revolución, cuando agoreros y escépticos barrían en número, el Athletic perdió tres veces seguidas, sumó cinco sin ganar. Ya no ha vuelto a juntar malas noticias. Ahora llega de dos derrotas, pero como intermedios de la gran gesta ante el United. Las sensaciones presentan peor al Atlético. Aunque en Europa las ilusiones y recuerdos se disparan, la realidad doméstica le afea: cada vez más alejado de los objetivos (esos que el cachondo de Manzano asegura con rotundidad que habría alcanzado de continuar) y con el conformismo pasando factura. Tanto que, todavía sin Diego, cuyo mes de ausencia ha resultado devastador, le toca al Atleti dar de una vez un paso adelante.La urgencia llega en mal momento.
Ante Bielsa, del que el Cholo y el Mono aprendieron metodología y frontalidad, un sentido original y decente del trabajo y de la vida. Le disfrutaron como seleccionador y, en parte, se contagiaron. El aprecio, la admiración y el respeto es recíproco. Cuando las dudas malintencionadas reducían a Simeone a tipo guerrero y forofo, Bielsa fue radical: Diego reúne todas las características (carácter, inteligencia, método, compromiso, liderazgo, ambición) que se le reclaman a un entrenador. En realidad, el Cholo y el Mono saben mejor a quién tienen enfrente. Hoy lo visualizarán preparando el partido, con sus vídeos, sus conos y su oratoria, con sus cosas. El viejo profesor que sólo juega a ganar. Lo conocen mucho. Y por eso lo temen.