Mal camino en el peor momento
No ha medido bien sus fuerzas Saná Camará. Su asesor no ha demostrado ser ningún 'lumbreras'. Elige un medio aislado para cargar contra el club y contra todo, y no aporta argumentos de peso en su defensa. Verle vestir y ver el coche que conduce sirve para saber que es un atentado a la inteligencia hacer ver que ha pasado hambre y que está siendo tratado en Valladolid como un esclavo. ¿Qué puede pasar por la cabeza de este jovencito de apenas 20 años que es capaz de demostrar su falta de implicación con un vestuario que está pasando las de Caín?. Pierde toda credibilidad cuando decide por su cuenta y riesgo no volver de las vacaciones de Navidad, ni llamar, ni justificar su ausencia. En el campo apenas sabemos cómo es porque no ha jugado. Fuera de él ya nos hemos hecho todos una idea de lo que vale.
A nadie se le escapa que la situación del Valladolid es penosa en el aspecto económico. Las malas decisiones deportivas han arrastrado al club a una ruina de la que le va a ser muy difícil poder recuperarse. Con una enorme deuda con Hacienda, sin liquidez a la vista, en concurso de acreedores y con una nómina de empleados que Suárez hace tiempo debió aligerar para el bien de la entidad. Todo sumado es lo que tenemos ahora, pero todos los que están ahí dentro lo saben y no tienen más remedio que asumirlo y remar, y sumar...menos Saná. Por eso la respuesta de Djukic ha sido letal. Porque Saná ha cobrado más mensualidades que Djukic, que es el primero en tirar fuerte del carro.