Diego somete a examen a Arda Turan
Mucho peor que esa alarmante falta de puntería que lo deja una semana más sin Liga de Campeones, el Atlético se retuerce hoy por un contratiempo que lo somete de verdad a examen. La lesión de Diego, su futbolista maravilloso, no pone en peligro la solidaridad, el esfuerzo y el compromiso del equipo, rasgos que Simeone se encarga de garantizar, sino el talento verdadero, la imaginación y el liderazgo con la pelota. O sea, lo que no abunda.
Diego es diferente. Piernas gruesas para proteger el balón y resistir embestidas (rasgo que le conecta con el Kun) y al tiempo delicadas para obedecer con precisión las órdenes que llegan de su cabeza: regate, visión, pase, dinamismo y valor para crear y guiar. Pide el balón, se lo dan y reparte. Manda. Es el jefe. Un mes de baja sin sus galones suena mal de sólo recitarlo (Lazio, Barça, Sevilla, Granada, Mallorca y los octavos de la Liga Europa), a mucho riesgo. Representa un desperfecto que no se alivia simplemente con táctica o esfuerzo. Hace falta más, un paso adelante. Un compañero que asuma el relevo y el peso. No todos pueden. Arda sí. Pero centrado. Le toca.