Que dejen tranquilo a Pep Guardiola
Pasión excesiva. Guardiola vive el fútbol con pasión, quizás con una pasión excesiva que le impide disfrutar de los éxitos alcanzados. Es insaciable y sus ganas de superar nuevos retos constantemente le llegan a hacer infeliz. Pep debería saberse triunfador y saborear un éxito que tiene su sello personal e intransferible.
Quejas de jugadores. Pero, en estos momentos, se siente sólo. Sabe que algunos jugadores no le han respondido como esperaba. ¿Quién es Piqué para quejarse de si juega o no en Alemania? Es un fantástico futbolista pero su entrenador le ha hecho más grande. Pep pide a sus jugadores que vivan el fútbol las veinticuatro horas del día, que cuiden su imagen y la del club y que transmitan siempre un mensaje positivo. No entiende de otra forma esta profesión. Así ha manejado el grupo hasta ahora. Y quien no lo ha entendido así se ha visto obligado a marcharse. Pues ahora tiene dudas sobre ese vestuario. La ausencia de Vilanova, su segundo, durante buena parte de la temporada ha sido un palo muy duro para un entrenador que necesita compartir todos los detalles con su equipo técnico. Sin duda, la opinión de Tito será determinante en su decisión final.
Presión de los medios. Desde todos los medios cercanos al club se presiona a Guardiola para que anuncie ya su continuidad y eso le incomoda. Él entiende que merece tomarse el tiempo que sea necesario para decidir, sin prisas ni mensajes populistas de algunos directivos, que lógicamente buscan dar respuesta a la inquietud de la afi ción culé.
Insoportable. Las palabras de angustia que soltó Pep antes de conquistar el sexto título en su primera temporada como técnico del Barça me vienen a la cabeza cada vez que la gente le pide que acelere su decisión. "Esto es insoportable". Así defi nía su estado anímico Pep en un corrillo que se improvisó una hora antes de disputar el partido del Mundial del Clubes 2009. Desde entonces, los éxitos le han acompañado. Es cierto que la Liga se le ha puesto muy cuesta arriba esta temporada pero el balance de su trabajo es de matrícula de honor. Pero, sabe que en esto del fútbol hay poca memoria y le preocupa que siempre se le pida más y más a un grupo que pasará a la historia como el mejor de todos los tiempos. A Guardiola únicamente hay que darle lo que pide, que le dejen tranquilo... y Punto Pelota