La fuerza del Málaga es su gente
Convendría recordar a algunos que existe una afición del Málaga joven, pujante y constante que ya poblaba La Rosaleda antes de la llegada del jeque. Al-Thani, eso es innegable, disparó la ilusión hasta límites desconocidos en la Costa del Sol. Pero hay que ser justos y destacar a aquellos que iban a Martiricos siempre. En las buenas y en las malas. Y solía ser más de lo segundo que de lo primero. Hace ya una década que el Málaga no baja de los 20.000 abonados, salvo un paréntesis en Segunda, donde también se registraron entradas impresionantes a pesar de la situación tan delicada.
Para muchos el Málaga es una moda, un carro al que subirse gracias a los millones del jeque. Pero esos 'modernos' no suelen caber en La Rosaleda. Porque 22.000 de los 29.000 que caben en el estadio ya estaban de antes. Ellos, los de siempre, dan fuerza a este Málaga y son los que merecen disfrutar del premio de ver al equipo tutear al mejor Madrid que se recuerda. Muchos de ellos se quedarán fuera porque no pueden pagar el extra de la Copa. El Málaga, que presume de no tener problemas de dinero, debe cuidar con mimo a sus abonados. Cada hueco que dejen mañana lo ocupará un aficionado del rival. Y, pese a los fichajes millonarios, lo mejor de este Málaga, todavía, sigue siendo su afición.