Hacienda no ha dejado otra salida
Se ha venido demostrando. Entrar en Ley Concursal no es un drama. Es más, para el Valladolid es la única solución para seguir luchando por sobrevivir. No quedaba otra. La mano de Hacienda apretó sin parar y, a pesar de los intentos de Carlos Suárez por evitarlo, no ha quedado más remedio que seguir el mismo camino que antes otros ya habían realizado y, en la gran mayoría de los casos, con éxito. El verdadero drama del Valladolid es deber lo que debe. Verse condenado a depender de su situación deportiva. Sólo los éxitos en el terreno de juego y los aciertos desde los despachos van a poder salvar al club. Es prioritario ascender a Primera. Es de vital importancia el descubrimiento de talentos a los que rentabilizar. La venta de jugadores y los derechos televisivos son los mayores ingresos que puede tener en un futuro.
La mejor noticia, una vez admitida la solicitud presentada ayer por el club, es que volverá a existir liquidez. Habrá margen de maniobra para pagar las nóminas en el momento en el que se levante el embargo de Hacienda. Ahora se podrá administrar la miseria, cosa que, por momentos, resultaba del todo imposible.