Sobre gobiernos y ciclos futboleros

El Madrid recupera peso en el Gobierno. Hemos hecho un ejercicio juguetón, apropiado para estas fechas, sobre la inclinación futbolística del nuevo gabinete y nos sale abrumadora mayoría madridista. Rajoy no gusta mucho de confesarlo, prefiere definirse como hincha de aquel Pontevedra del 'hay que roelo' de mediados de los sesenta, pero lleva veinticinco años de socio del Madrid, empatando en eso con Florentino. En Educación, Cultura y Deportes está José Ignacio Wert, que ha escrito en estas página sentidos alegatos en defensa del Madrid, de Cristiano y de Mourinho. Y por ahí van casi todos.

No es más que una curiosidad, pero en los últimos años la alternancia en los gabinetes ministeriales ha venido un poco al compás de los ciclos de Madrid y Barça. Aznar vivió desde el palco del Bernabéu las glorias de los Galácticos, Zapatero ha presidido el país en estos años de perfección barcelonista. Es coincidencia, pero merece la pena consignarlo, por lo que pueda pasar. Una de las grandes plumas de nuestro periodismo, Cuco Cerecedo, relacionó en su 'Sociología impertinente del fútbol español' los ciclos dominantes de unos y otros con los hechos políticos, forzándolos ingeniosamente para que cuadraran.

¿Y el Atleti? El Atleti, que sepamos, tiene un ministro, Luis de Guindos, que además tiene en su currículum un periodo de servicios en Lehman Brothers que se presta a bromas. Pero el Atleti debe preocuparse mucho por quién gobierna mientras no sepa claramente cómo gobernarse a sí mismo, cosa que visiblemente no sabe. Cerezo y Gil se mueven en órbitas distintas que de cuando en cuando les llevan a colisionar, y dos agentes de éxito, Mendes y Quilón, terminan de desgobernar ese desgobierno. Ahora vendrá Simeone. 'Cholo ante el peligro', tituló MARCA ayer. Felicidades, colegas. Es perfecto.