Bye, bye con el corazón megacracks

El Palacio verá hoy repletas sus gradas para despedir, como se merecen y por la puerta grande, a Rudy e Ibaka. Dos jugadores que arrastran al aficionado a las taquillas sin importarle el precio de la entrada, dos banderas de esa Selección triunfal y exitosa que gana Europeos y Mundiales con la gorra. El Madrid ha vivido el sueño de muchas noches de otoño con estos dos boys NBA. Ellos han ayudado al atractivo proyecto de Laso a liderarlo todo: la Liga Endesa y la Euroliga. Son muy buenos y han hecho más competitivos a sus compañeros. Nadie les ha regalado el caché con el que aterrizaron en el Foro...

No les voy a negar que el que me deja más tocado con su goodbye es Rudy (Fernández, según la cutre versión de la competición liguera). El mallorquín es la imaginación, la gracia, la estética, el show, los vuelos sin motor, los alley-oops en estado puro, los mates hasta el codo, los cortes de balón a la velocidad de la luz...

C onfío en que su viaje a Dallas sea de ida y vuelta. Les confieso un secreto. Hace unos días el chaval cenó con su novia, la bella Helen Lindes, y un par de amigos más. Rudy les aseguró que si puede convencer a los Mavericks, espera volver a casa por Navidad. Sería el mejor regalo de Reyes para Laso y esa afición que ha recuperado la ilusión con este equipazo. Hoy toca ganar al Valencia y ponerse en pie para aplaudir, hasta romperse las manos, a estos dos megacracks. Rudy e Ibaka: THANKS!