Escuchas a los aficionados y casi todos son partidarios de que los jóvenes Recio, Portillo y Juanmi se vayan cedidos en enero. En el Málaga no juegan, todavía no han debutado esta temporada y son un emblema para el club y la ciudad como los demás malagueños (Apoño, Gámez y otros que se fueron hace apenas unos meses). Un club se debe nutrir de la cantera. Y más el Málaga, que tiene una de las mejores de España y sin instalaciones. El día que le dejen de una vez y por todas al jeque Abdullah bin Nasser Al-Thani construir La Academia, los jugadores del Málaga, que ya brotan de una manera fluida, serán la envidia del mundo. Estaría bien que antes de que termine el año alguno pueda jugar algún minuto. Hoy, con la ausencia de Maresca y Joaquín por lesión, es un día señalado para que Recio se estrene entre los convocados. No lo ha hecho todavía y merece un premio tantas jornadas después. No es normal que lleve tantas semanas sin aparecer cuando la pasada campaña fue uno de los fijos.

Y el partido de mañana tiene truco. La pasada temporada, 0-2 inapelable, el Málaga viajó a Anoeta como colista y tras un gabinete de crisis y se enfrentó a una Real Sociedad situada en una posición cómoda. Ahora las tornas han cambiado. Por lo tanto, no valen malabarismos confusos, ya que como visitante debe mejorar (lleva dos triunfos y un empate). No se puede especular. La victoria espera en un campo emblemático. El Málaga es un sentimiento. Volveré.