Los peligros de esta batalla
Todos tendemos a sentir cierta cercanía por esos personajes que se enfrentan a los poderes fácticos en solitario. Son como esos aventureros que siempre vivieron en nuestro imaginario infantil. Sin embargo, abandoné el interesantísimo foro organizado por este diario, mucho más inquieto de lo que llegué. Todos deben saber que los clubes que se inscriben en Champions y Europa League firman un documento en el que se comprometen por escrito a someterse a la justicia deportiva, lo que implica no recurrir en ningún caso a la justicia ordinaria.
No dudo que Constantin tenga razón en el fondo y que la justicia deportiva sea muy mejorable y menos manejable. Pero su aspiración va demasiado lejos. Lo que está en juego y pone en duda Constantin, no es sólo la readmisión de su equipo, el Sion, en la competición y el posible daño colateral al resto de clubes implicados. Eso sería 'pecata minuta', comparado con la posibilidad de meter en la justicia ordinaria cualquier conflicto de índole deportivo a partir de ahora (errores arbitrales, alineaciones indebidas, fichajes, etc). Las competiciones no tendrían nunca fin. Cuando acabasen los partidos, empezarían los paseos por los tribunales. Mi temor es que pueda ser peor el remedio que la enfermedad.