Gol de Higuaín con aviso de la Real

Gol de Higuaín con aviso de la Real

El Barça reencontró el desodorante. Ganó por cinco goles, tres de Messi, que se coloca en los trece, lució a Cuenca (más convincente que en Granada), mostró a Deulofeu, volvió a juntar, ya a partido ganado, a Piqué y Puyol, esa pareja de grandes centrales que empiezan a preocupar por las recaídas de sus lesiones, Víctor Valdés sumó un partido más sin encajar gol... Es verdad que el enemigo era poco enemigo, el Mallorca está en el desconcierto del tránsito de Laudrup a Caparrós (que no es poco tránsito para unas pocas semanas), pero eso no es culpa del Barça. Goleó al que le tocaba y recuperó la sonrisa.

Después, el Madrid en Anoeta, que empezó en son de goleada y acabó con un rictus de fatiga, sufrimiento y hasta un poquito de miedo. Montanier se cargó de defensas, pero en nueve minutos se le había colado dos veces Cristiano hasta la cocina antes de que Higuaín marcara el gol, en un buen pase de Coentrao. "Ahora nos caerán seis", fue el sms que me mandó un amigo donostiarra. Pero no, todo se quedó en ese solitario gol. El Madrid se sintió muy complacido con el recuerdo de sus últimos partidos y pensó que este saldría igual sin poner el entusiasmo que puso en ellos. Y claro, no salió igual.

Fue a menos. Parte del problema fue Özil, que no se encuentra. El primer contratiempo de su carrera (hasta ahora llevaba línea ascendente, ahora emerge ante él la sombra gigante de Kaká) le ha afligido. Mourinho, que supo sacudir la melancolía de Benzema, tendrá que hacer ahora lo mismo con él. Pero no fue sólo Özil, fue el ambiente general del grupo, el esto está ganado porque sí, lo que dejó ese gol sin compañía. Y cuando cerca del fin la Real sacó a los buenos (Agirretxe, Griezmann y Pardo) pudo pasar cualquier cosa. No pasó, pero fue un aviso. Y que no se me olvide: ¿por qué no echó Undiano a Griezmann?