Tambores de derbi; días de autocontrol
Equilibrio. Tenerlo, digo, ¡qué cosa tan complicada! Y más cuando hablamos de un derbi, de un partido que el murcianismo lleva jugando desde aquella fría mañana del 8 de noviembre de 2009, desde aquel 1-4 inapelable que, evidentemente, no se ha olvidado ni entre los supervivientes de la caseta ni en toda la afición. Algo, por otra parte, lógico. Pero dicho esto, y lo apuntaba en SER Deportivos el gran Perico Contreras, al Murcia, en su dulce estado actual, lo que más le interesa es normalizar el partido. Que sus jugadores no lleguen extramotivados, que salgan a jugar sin querer cobrarse cuentas pendientes, que lo hagan con el perfil bajo con el que están compitiendo (y acercándose al playoff, ojo). Creo que dadas las circunstancias y también dada la ansiedad del rival encarar así el partido será empezar a ganarlo como diría Chuti Molina "mordiendo con la boca cerrada".
Son horas pues para recuperar fuerzas y no perderlas en vano. Para superar el ambiente hostil de Cartagonova y a ese Efesé que encadena dos triunfos hace falta equilibrio, autocontrol... y por supuesto ese fútbol de bloque de este Murcia que nos hace gozar con su racha triunfal.