El Giro pierde su osadía

Pues se acabó la temporada 2011. Y lo hizo el sábado con una victoria sorprendente en el Giro de Lombardía de Oliver Zaugg, un suizo que tras ocho campañas de profesional y con 30 años inauguró su palmarés, merecidamente, nada menos que en un Monumento. Todavía con el regusto de ese final, ya empezamos a analizar la próxima sesión, porque sólo un día después el Giro de Italia ha presentado su recorrido 2012, que unos han calificado como “bello”, algunos como “humano” y otros como “decepcionante”.

A mí el trazado no me encandila, porque ya nos habíamos acostumbrado a las valientes apuestas de Angelo Zomegnan, a quien mucho me temo que vamos a añorar bastante. Me parece un paso atrás en la osadía mostrada por el exdirector del Giro. El recorrido se ha suavizado respecto al año pasado, aunque eso tampoco era difícil porque muchos definieron aquel como de “dureza extrema”, incluso tras la suspensión del Crostis. Hay algún guiño hacia el excapo, como mantener dos tramos de sterrato en su sexta etapa, aunque no parece que vayan a ser trascendentes.

El Giro tiene seis llegadas en alto: dos en el primer fin de semana (aparentemente nada determinantes), dos en el segundo (algo más exigentes) y dos en la semana final (las decisivas). También un prólogo de 8,7 kilómetros, una crono por equipos la cuarta jornada en Verona, y una contrarreloj individual de 31 km que pondrá el cierre en Milán.

Mi conclusión es que se ha diseñado un recorrido para contentar a todo el mundo, con siete etapas catalogadas de llanas y cinco de media montaña, con el objetivo de concentrar toda la emoción en la semana final: con tres grandes etapas de alta montaña el miércoles (Cortina d’Ampezzo), el viernes (Alpe di Pampeago) y el sábado (Stelvio). Esta última, que incluye la subida al Mortirolo, es la joya de la corona. Y para compensar, el último día se coloca la cronometrada.

Nada que objetar sobre este final de Giro, con los Dolomitas concentrados en un diseño que nos recuerda más a la época previa a Zomegnan. El problema es que en las dos semanas anteriores no vemos terreno para los valientes… Y si lo hubiera, seguramente muchos de ellos preferirán esperarse a la tacada final. Hace unos días leí un tuit de un compañero que decía: “Termina una temporada en la que sólo han sobrado las 17 primeras etapas del Tour”. Y mucho me temo que este año puede pasar algo parecido en el Giro.

Alberto Contador ha sido uno de los asistentes al acto, donde ha dejado claro que el próximo año (vista del TAS al margen) no tiene en sus planes disputar el Giro, porque su objetivo prioritario será preparar el Tour de Francia. El trazado de la Grande Boucle se presentará este martes… Y, por lo que se ha filtrado, mucho me temo que habrá más de lo mismo. Al Tour se le conceden ciertas indulgencias, porque siempre ha tirado de tradicionalismo. Pero con el Giro ya nos habíamos acostumbrado a otra cosa.

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