Mou, primer técnico de la era Floren

Mou, primer técnico de la era Floren

Florentino aterrizó en la Presidencia del Madrid el 16 de junio del año 2000. Del Bosque, que había conquistado la Octava con un portero de 19 años (Casillas) y un pre-galáctico amotinado (Anelka), fue su primer inquilino del banquillo. Utilizo este término porque el mandatario tardó muchos años en creer de verdad en esta figura. Tras la marcha del salmantino en 2003 (al día siguiente de ganar la Liga a la Real Sociedad), fueron desfilando Queiroz (mucho nudo, mucha corbata, balance cero), Camacho El Breve (dimitió, precisamente, tras una derrota ante el Espanyol en Montjuïc), García Remón, Luxemburgo, el interino López Caro, Pellegrini...

Florentino nunca terminó de entender el poder que se le atribuye al entrenador. Hacer la alineación en un club que mueve 500 millones de euros de presupuesto debe pesar como tener a Moby Dick sobre tu cabeza. Florentino, como si fuese Guardiola hablando de Etoo, podría haber afirmado de esos siete técnicos que no tenía "feeling" con ninguno de ellos.

Pero Mourinho tiene un magnetismo especial. Su admirable capacidad de trabajo (se pasa diez horas al día en Valdebebas), su empeño talibánico en dar la vuelta a la tortilla con el Barça, su poder de seducción con la grada del Bernabéu hasta arrasar en las encuestas privadas que maneja el club... Todo ha servido para que Florentino, por fin, presuma de entrenador. Cree en él, come con él sin mirar el reloj, le escucha sin pensar que le está vendiendo un pollino, asume la mayoría de sus decisiones... Están en el mismo barco. Pase lo que pase.