Me gusta el recorrido de la Vuelta

Me gusta el recorrido de la Vuelta. Hay quien se queja de que siete llegadas en alto son demasiadas, pero aquí no tenemos montañas como las del Tour. Son puertos en los que las diferencias entre los favoritos no van a ser excesivas, pero sí pueden producir alternativas. Y lo bonito para que se mantenga el interés es eso, que la carrera vaya viva y que cada día haya un aliciente. Y la verdad es que como mucho hay cuatro etapas que pueden terminar en sprint masivo. Casi todas tienen una dificultad en los kilómetros finales que ofrecerán un poco de suspense en el desenlace de cada jornada.

Las dos etapas asturianas, La Farrapona y El Angliru, sí serán más selectivas. Tras dos semanas las fuerzas ya no serán las mismas y pueden provocar buenas diferencias. Aunque no hay ningún escalador que se salga. Nibali, Antón y Purito, que para mí son los favoritos, están muy igualados. También tenemos a gente como Klöden, Menchov, Wiggins, Van den Broeck o Scarponi, pero tenemos que comprobar en qué forma llegan.