Once contra once y gana España

Nada más acabar el partido me contó un comunicante en la red que el locutor en alemán de Eurosport había parafraseado a Lineker: "El fútbol es un deporte que juegan once contra once y que al final gana España." Muy bien traído. ¿De cuántas cosas es campeona España en fútbol? Del Mundial y de Eurocopa en mayores, de Europa en Sub-21, Sub-19 y, muy importante, Sub- 17 en chicas. La fiesta continúa y no tiene visos de parar. Los Sub-20 inauguraron su Mundial, en Colombia, con un 4-1 sobre Costa Rica. Y prescindiendo de Thiago y Muniaín, en la idea de que la categoría les viene chica.

Pero ahora importa lo de ayer. Un partido de menos a más, en el que el equipo sufrió y supo rehacerse. Le desconcertó durante mucho tiempo la presión checa, pero se vino arriba en el castigo. Su mérito fue superar dos veces el marcador en contra, sobreponerse a dos mordiscos de cobra de Krejci, un excelente zurdo del Sparta de Praga que marcó el primero y dio el segundo. Se rehizo con las diabluras de Deulofeu, con el saber de Morata, con el esfuerzo de todos y con los goles de Alcácer, una perla que cultiva el Valencia y que ayer nos sacó del apuro con dos jugadas de perfecto instinto goleador.

Alcácer resolvió la final, pero el goleador y mejor jugador del campeonato fue Morata, dentro de un cuarteto de madridistas (los otros son Carvajal, que faltó ayer por lesión, Álex y Sarabia) que le han dado fuerte presencia madridista al equipo. ¿Señal de que la cantera blanca es mejor de lo que yo vengo sosteniendo? Eso me tuitearon repetidamente ayer. Pues mejor para todos, si es así, y así parece. Pero el desarrollo de la cantera no se mide sólo hasta los diecinueve, sino también, y sobre todo, a partir de esa edad. Y en ese tránsito, y que nadie se me enfade, sigue teniendo las cosas más claras el Barça.