Contador y Samu ante los Alpes

Mientras Neymar hace fuerza para decirle al Santos que se va, mientras el Barça trata de convencer al Udinese para que afloje en los plazos por Alexis y a Wenger para que ponga un precio asequible por Cesc y mientras el Kun sigue esperando la oferta definitiva que le saque del Atlético, algo se mueve en el Tour de Francia. Contador, que arrastra ese minuto y medio de retraso por culpa de una caída tonta en la primera etapa, ha empezado a mover el árbol a ver si caen manzanas. Y en esa tarea le ayuda Samuel Sánchez, el asturiano del Euskaltel, con el que ha hecho una pareja feliz que revoluciona el Tour.

Los Pirineos fueron decepcionantes porque todos jugaron al empate, pero me parece que los Alpes no lo van a ser. Contador quiere este Tour y se mueve, y en las pequeñas cuestas en las que lo ha intentado ha conseguido irse, siempre con el buen apoyo de Samu. A éste le interesa la montaña, así que también le viene bien la compañía. A Contador le interesa el Tour y para conseguirlo tiene que quitarles tiempo a los hermanos Schleck, al líder, Voeckler (un valiente que se resiste a dejarse desbancar) y sobre todo a Cadel Evans, que tiene ventaja cara a la contrarreloj del penúltimo día.

Así que habrá tralla hoy y mañana. Hoy el pelotón rinde viaje en el Galibier, en el centenario de la incorporación de este puerto al Tour. En su cima está la estatua del creador, Henry Desgrange, al que debemos todo esto. Antes, pasarán por el Agnel y el Izoard, de categoría especial. Mañana, Telegraph, otra vez el Galibier (por otra cara) y el Alpe d'Huez para rematar. En dos días, 102 kilómetros de ascensión, muchos de ellos por encima de los dos mil metros. Terreno para escaladores, para grandes batallas, para hacer las diferencias necesarias. Terreno para héroes. Territorio Tour. No hay nada igual.