La de ayer fue una de las etapas más duras en lo que llevamos de Tour. Un constante sube y baja durante 200 kilómetros que nos deja la tercera victoria de Luis León en la ronda gala y graves secuelas para algunos corredores que han tenido que abandonar la competición, como Vinokourov y Van den Broeck. En cuanto a los nuestros, Contador sigue instalado en su mala racha con una nueva caída (ya van tres en lo que llevamos de Tour), de la que afortunadamente ha salido indemne y por la que no ha perdido tiempo. Sin embargo, el de Pinto parece tener molestias en su rodilla derecha que hacen presagiar que la remontada del actual campeón no será tan sencilla. El siguiente en la lista de desgracias ha sido Juan Antonio Flecha, que fue arrollado por un vehículo de la televisión francesa mientras que éste iba en la escapada de la etapa.

Con todo, lo único que podemos hacer es ensalzar tanto la belleza como la dureza que irradia este deporte. Para poder ser un verdadero campeón se debe ser formidable dando pedaladas, pero a la vez tener una gran fortaleza para soportar el dolor físico tras una caída. Y eso sin contar el no tener la desgracia de encontrar algún coche o aficionado que se cruce en medio de una etapa. Este Tour está pasando una factura muy cara. Muchos favoritos se han quedado fuera y otros como Gesink siguen tocados. Queda aún un mundo para que concluya esta edición, pero lo que está claro es que el ganador será el más fuerte tanto en la bicicleta como fuera de ella.