El Parlamento inglés acecha a la FIFA

Inglaterra quería el Mundial 2018, como España, y se quedó sin él. Pero Inglaterra no se conforma y el que fuera presidente de la candidatura, Lord Triesman, ha denunciado en el Parlamento inglés las demandas de soborno que recibió. Jack Warner, el hombre del Caribe, pidió dinero en efectivo para construir un centro educacional con una empresa suya; Nicolás Leoz (Paraguay) pidió ser nombrado Sir (¡?); Ricardo Teixeira (Brasil) quiso ventajas en los derechos televisivos; Worawi Makudi (Tailandia) pidió los derechos de un amistoso Tailandia-Inglaterra. Siempre según esa denuncia.

Una investigación del Sunday Times hizo caer previamente a dos miembros del Comité Ejecutivo. Pero ahora es en el Parlamento donde se hace esta denuncia severa que compromete realmente la imagen de la FIFA. Nada demasiado nuevo, por otra parte. Una vez leí esta declaración de Henry Kissinger: "Las intrigas que envolvieron la exclusión de Estados Unidos como sede del Mundial de 1986 me hicieron nostálgico de los problemas de Oriente Medio". Y existe un libro, llamado Tarjeta Roja, del inglés Andrew Jennings, que cuenta las andanzas de esta gente, y cuya lectura da calambre.

A tanto llega el enfado en Inglaterra que el ministro del deporte apuesta por sacar al país de la FIFA. ¿Podría ser? Inglaterra es muy suya. No entró de buenas a primeras en la FIFA, sino sólo en 1906, por su interés en que hubiera fútbol en los JJOO Londres 1908. Tras la I Guerra Mundial se salió, pues exigía la expulsión de Alemania. Volvió en 1924, se salió en 1928 porque no se aceptaba su definición de profesionalismo y finalmente volvió en 1947 (en 1950 jugó su primer Mundial). Y ahí sigue... hasta ahora. No, yo no creo que ahora se salga, pero desde luego sí creo que no va a parar hasta desmantelar esto.