Un choque fácil de arbitrar
El partido será fácil de arbitrar para De Bleeckere. Este colegiado belga tiene una gran experiencia en partidos internacionales y, además, estuvo en el último Mundial, en el que dirigió tres encuentros. Siempre que hay un ambiente excesivamente hostil, como ocurre en este caso y estando los dos equipos en el punto de mira de la UEFA, el árbitro, si es templado como sucede también en este caso, tendrá un partido más o menos tranquilo (dentro de lo que son los Madrid-Barcelona) porque los jugadores intentarán demostrar que son Hermanitas de la Caridad, dejando los malos modos y gestos para otra ocasión. Busquets, Pedro o Alves no deberían recurrir a los fingimientos que hemos visto en el último partido. Solamente si hay un error clamoroso se le puede ir de las manos pero, en principio, lo debe tener muy controlado desde el pitido inicial. Tiene muy bien estudiado los partidos que se han celebrado entre ambos equipos. Hoy por la mañana tendrá una reunión en las instalaciones del campo con los delegados de UEFA y los delegados de los equipos, así como con los miembros de seguridad.
Allí les leerá la cartilla de la UEFA a Carlos Naval, delegado del Barça, y a Chendo, delegado del Madrid, para que todo transcurra dentro de los cauces deportivos, con mención especial al respeto que deben tener a los árbitros. Personalmente, creo que De Bleeckere hará un arbitraje autoritario y sin grandes complicaciones. Los jugadores y los entrenadores se juegan mucho. El encargado de repartir justicia en el terreno de juego es el colegiado y no dudará en ningún momento en amonestar a los jugadores que protesten en exceso cualquiera de sus decisiones.