Aquel gesto de Cristiano en la ida
Resulta tan tremendamente expansivo Mourinho en todo lo que hace, en todo lo que dice, que hasta ha conseguido que nos olvidemos que el fútbol es y será siempre de los que se visten de corto. El gesto de Cristiano Ronaldo, en el minuto 8 del partido de ida de la semifinal, pidiendo con sus brazos, que el equipo adelantara líneas, fue elocuente. Puede que la forma no fuese la mejor, pero el fondo era grande. Cristiano es ganador, odia jugar a no perder y cuando un club se gasta 100 millones en su fichaje, espera tener todas las condiciones para explotar su enorme fútbol.
Sin Pepe ni Ramos, el Real Madrid ya no tiene nada que perder. Si tiene que caer, debe hacerlo, intentando imponer su fútbol. No puede tener la posesión ni jugar como el Barcelona, pero tampoco puede jugar como el Almería, con todos los respetos. El 5-0 es historia. Hay que dejarse de corsés, poner a los futbolistas que transmiten mejores sensaciones a día de hoy (para mí Kaká, Cristiano, Di María y Benzema) e intentar marcar el ritmo del partido.
Teniendo enfrente a un equipo de culto como es este Barça, las obligaciones defensivas se suponen. Será vital que los cuatro hombres de arriba entiendan que buena parte del éxito pasa por esa primera línea de presión. El Shakhtar salió goleado del Camp Nou, sí, pero en el primer cuarto de hora pudo hacer tres goles con esa receta. La empresa es casi imposible, pero en situaciones así, y no en salas de Prensa ni quejas arbitrales, es donde el Real Madrid siempre forjó su leyenda.