Di María fue el mejor
Cuando el Madrid languidecía, Di María decidió buscar el más difícil todavía: levantar un partido él solito. Y a punto estuvo. A sus conocidas virtudes añadió ayer una nueva: la asistencia. Levantando de cuchara el balón, dio pases al área que no acabaron en gol de milagro. Viendo que no era el día de los delanteros, cambió de plan y se acomodó en la banda izquierda y no paró de desbordar. Todos los esfuerzos fueron vanos. Nunca sabremos qué hubiera ocurrido con el Ángel de inicio.
El argentino, junto con Xabi, se ha convertido en un jugador básico, adelantando a otros con más nombre y mejores contratos. Estamos ante una progresión pocas veces vista en el Madrid en los últimos años. Y su juventud apunta a que aún no hemos visto el final de su explosión. Como Cristiano, Di María también podría decir que el sistema de juego planteado en ciertos encuentros no le beneficia. Desgaste donde menos daño hace su fútbol. Mejor que no lo diga y vaya a lo suyo. Todo llegará.