El Jarama está en su salsa con Classic Moto

Las razones por las que Madrid no tiene un circuito de velocidad en condiciones requerirían de una reflexión mucho más profunda de lo que me puedo permitir en este puñado de líneas. Por eso me voy a centrar en la realidad a día de hoy, que no es otra que debemos seguir conformándonos con un vetusto escenario como es el Jarama. Grandes días de gloria vivieron las instalaciones de la carretera de Burgos, tantos como ya lejanos. El tiempo pasa para todos (que se lo digan a mi lumbago...) y el Jarama también acusa este devenir, parece ya anclado en la prehistoria del deporte del motor. Por ese motivo, es gratificante encontrar un evento que parece venirle como anillo al dedo a esta pista: la tercera edición de Classic Moto.

Máquinas de época, joyas de esta especialidad, rodando como en sus mejores tiempos sobre ese asfalto que, quién sabe, seguramente habían visitado ya muchos años atrás, cuando ellas, y el circuito, se encontraban en plenitud. Por eso este acontecimiento que parece destinado sólo a nostálgicos se convierte en muy atractivo para todos los demás, ya que supone una oportunidad única para disfrutar de ese aroma rancio de los motores de dos tiempos, los escapes libres, los diseños que hoy nos parecen imposibles, las ruedas casi de bicicleta y las prestaciones que hoy superan muchas motos de calle... Una cita para románticos y también para apasionados, porque insisto que cosas así no se ven todos los días. Y puede que ni siquiera durante mucho tiempo más en nuestro querido y renqueante Jarama.