Luca no va por mal camino

Se queja el jefazo de Ferrari porque, claro, las cosas no le van nada bien a su equipo en esta incipiente temporada 2011 de la F-1. Si un coche rojo hubiera ganado las dos primeras carreras del Mundial, probablemente su discurso sería diferente. Sin embargo, en el fondo no va por mal camino Montezemolo con sus comentarios. Los GGPP están tremendamente condicionados por la hegemonía de la aerodinámica (lleva siendo así mucho tiempo) y a la entrega de premios de la FIA, además de los pilotos, deberían ir los ingenieros, más en concreto Adrian Newey, el mago de Red Bull, el año pasado y es muy posible que también éste. Los aciertos en el diseño del coche se tornan casi definitivos en el desarrollo de la temporada, algo que resta trascendencia al factor humano.

Por otra parte, tampoco le falta razón al presidente de Ferrari al recordar que no tiene mucho sentido practicar un deporte sin posibilidades de entrenar. Cierto es que la crisis podría abrir una brecha todavía más significativa entre los equipos de primer nivel y los demás si se optara por la barra libre en los presupuestos, en los test y en los recursos disponibles; pero no deja de parecer una incongruencia que el desarrollo de una especialidad se limite a sus competiciones, sin posibilidad alguna de trabajar en la búsqueda de la excelencia más allá del plano teórico. En cualquier caso, lo evidente es que esto es lo que hay, son las reglas del juego para todos en los momentos que nos ha tocado vivir, así que mejor que lamentarse es ponerse rápidamente manos a la obra