Una imagen que siembra optimismo
El triunfo conseguido en el Santiago Bernabéu ya es pasado, además de haber pasado a la historia. Ahora toca Osasuna, un rival que tiene muchos aspectos en común con el Sporting. Igualados en la clasificación, los pamploneses sólo tienen mejor diferencia de goles, antes de enfrentarse a cinco equipos de la zona alta de la tabla en el último tramo liguero. En la primera vuelta, el conjunto de Preciado pasó su peor etapa en esta fase de la competición, ante conjuntos llamados de su Liga y contra los que no estuvo a la altura de las circunstancias. Las dudas llegaron a poner a Preciado en la picota, imagen que quedó totalmente difuminada tras la reacción que empezó en enero y que coincidió con la entrada en el equipo de Nacho Cases y de André Castro.
Preciado cambió la filosofía, después de que los métodos anteriores no le dieran un buen resultado. Las ideas del técnico parecen ahora más maduras y su equipo da sensación de tener una fortaleza defensiva que antes ofrecía signos de debilidad, aunque, por otro lado, perdió poderío ofensivo. De todas formas, el equilibrio es más sustancial y se sabe rentabilizar bien lo poco que se materializa. En temporadas anteriores, cuando se tenía una ventaja tranquilizadora, este mismo Sporting se relajaba, hasta el punto de que se complicaba la existencia. Con el ejemplo de las pasadas campañas y a tres victorias de asegurarse la permanencia no parece probable que se repitan aquellos errores. Por lo menos, la imagen más reciente invita a pensar con un moderado optimismo.