El socio paga y no pinta nada

Lo estamos haciendo todo de forma que la gente va a terminar por no ir al campo. Se creen los dirigentes del fútbol español que 'la gallina de los huevos de oro' va a ser eterna. Un dicho asumido y proclamado históricamente en España es aquel de "los clubes viven de sus abonados y de lo que recaudan en las taquillas". Esa frase es ahora algo que no se corresponde con la realidad. Ahora, de momento, los clubes viven de lo que les pagan las televisiones. Por eso han llegado al punto de olvidarse de las preferencias de los aficionados. Priman las audiencias y las televisiones exigen a los clubes jugar cuando ellas quieren, en muchas ocasiones en jornadas y horas intempestivas. Es igual. El que paga manda y ahora es el operador de televisión y no el aficionado.

Pero, ¿qué pasaría si, de repente, las televisiones fueran también, que lo son, víctimas de la crisis y dejaran de aportar al fútbol tamañas desmesuras económicas? Pues ya se lo digo yo. Los presidentes de los clubes volverían a situar en un escalafón mayor la importancia que le dan a la afluencia de espectadores a los estadios. Ahora, de ver los campos de Segunda medio vacíos, nadie se queja. Lo que se recauda por concepto de abonados y de taquillas es algo muy inferior a lo que aporta el contrato televisivo. Por eso se permitió el año pasado el fútbol gratis que se inventó laSexta. Muchos palmeros mediáticos colaboraron con semejante desfachatez. Y ahora se permiten horarios variopintos y aberrantes. No hay una norma. Todo vale, y lo pagarán.