Ha superado su momento más crítico
Tiene pinta de corredor de fondo que se altera por pocas cosas. Abel trata de revertir la situación y parece que está en camino de lograrlo después de haber tenido que superar multitud de obstáculos. El primero, sus malos resultados iniciales que a punto estuvieron de costarle el puesto. También por el recelo que despertó su fichaje, dándose por hecho que su nivel como técnico no estaba a la altura de lo que ese Valladolid se merecía. Y, por supuesto, por la sensación de descomposición que vivía el equipo días antes del inicio del mercado invernal de fichajes.
P ero el tiempo ha pasado y las cosas han cambiado. Sin que ni Abel ni nadie pueda cantar victoria, al menos el Valladolid empieza a dar la sensación de ser un equipo que sabe a lo que juega. Lo hará mejor o peor, pero está empezando a transmitir mejores sensaciones y empieza a obtener resultados, que es lo más importante. Tras el partido de Granada, Abel salvó el 'matchball' de la destitución y ahora sigue su camino. Ha tenido la virtud de no caer en la red de los debates que se han producido en torno al equipo y ha sabido encajar los golpes que desde todos los sitios le han llegado cuando el Valladolid peor jugaba. Va a ser cuestión de tiempo. Abel no ha dicho aún su última palabra.