Mourinho ya asume que no es manager

Esperaba (como todos, supongo) con interés no exento de morbo la opinión de Mourinho sobre Van Nistelrooy y resultó muy correcta. Magnífico, un problema menos. Esta misma semana me han comentado que Mourinho empieza a asumir que su papel en el club no es tan de manager como la idea que se hizo en su momento, al modo en que lo fue en el Chelsea (hasta que Abramovich se empeñó en hurgar el juguete) y en el Inter. Mourinho ya ha visto que en el Madrid es el entrenador, y punto. Y hasta ha perdido el interés por cargar contra Valdano: ha descubierto que quien frena sus ímpetus es Florentino.

Alguna vez lo he comentado: Jorge Mendes es un agente soberbio, quizá el mejor que existe. Maneja buena parte de lo mejor del fútbol mundial, cumple con todos y trabaja una barbaridad. Con los móviles parece un malabarista con tres naranjas en el aire. Pero el grupo de sus representados en el Madrid es tan grande y selecto (Mourinho, Cristiano, Carvalho, Pepe y Di María) que en el club han llegado a temer por la propia soberanía. De ahí que Florentino respaldara a Valdano en aquella crisis, arrastre los pies en la renovación de Pepe y se haya negado en redondo a fichar a Hugo Almeida, que también es de Mendes.

Así que el asunto ha desembocado en Van Nistelrooy, hombre 'de la casa' que ayer mismo marcó un gol (al Schalke de Raúl) de los que Benzema nunca metería: un gol de hambre. (¡A sus 34 años!). Es una paradoja: hace un año salió y ahora se le necesita. Benzema tiene que mirárselo bien. Para hacerle sitio echaron sucesivamente a Huntelaar, Negredo, Van Nistelrooy y Raúl. Él costó 35 millones y no se ha mostrado más eficaz que ninguno de ellos. Tan frío es, que la lesión de Higuaín ha creado un vacío. Tiene que espabilar. A ver si empieza hoy. Para eso, por cierto, está Mourinho. El entrenador. Para fichar está el club.