Es un buen momento para renovarle
Las lesiones nunca llegan en buen momento, pero la de Pepe, si cabe, ha caído como un mazazo en el entorno del jugador. Se cae del equipo en un mes clave, pero sobre todo porque sirve para alimentar el sambenito de que entre lesiones y sanciones es un jugador que se pierde demasiados partidos y juega a favor de lo que muchos, en la planta noble del club, consideran peticiones desorbitadas en su ficha. La renovación de Pepe pudo cerrarse hace tres meses por menos de cuatro millones de euros por temporada. Muchísimo dinero. Ninguno dio su brazo a torcer en aquel momento y la distancia se agrandó. El problema es de raíz. El fichaje de Pepe fue muy caro (30 millones de euros) y el jugador tuvo que sacrificar parte de sus emolumentos, convirtiéndose en uno de los peor pagados de la plantilla. Todo lo contrario que Özil, por el que se pagaron 18, pero que cobra cinco netos por temporada, o el de Benzema, por el que se pagó el doble y cobra tanto como el alemán.
Deportivamente, su baja no preocupa demasiado porque con Albiol, Garay o la polivalencia de Ramos, el puesto está cubierto. Mourinho no tiene duda de quién es su mejor central y el de más proyección. Además, en el grupo, lejos de los focos, se valora positivamente el influjo que ha tenido sobre la progresión de Marcelo y su excelente relación con Cristiano Ronaldo. Quizá ahora sea el mejor momento para cerrar su renovación y, a falta del necesario 9, hacerle un guiño al entrenador.