El francés se convierte en un dilema

Es cierto que donde los demás vemos un problema, los entrenadores aseguran tener dos soluciones. Creo que la primera vez se lo escuché a Ángel Cappa cuando el debate Redondo-Milla estaba en su punto álgido. El debate Higuaín-Benzema no existe, desde el mismo momento que Mourinho tomó partido hacia el argentino de manera descarada. Pero la brillante actuación goleadora de Karim ante el Auxerre tiene un mérito añadido. El francés lo logró después de llevarse su palo más gordo con Mou en el banquillo. Su inesperada suplencia ante el Valencia, con el Pipita Higuaín lesionado por culpa de su hernia discal, rompió todos los pronósticos...

Tengo una peculiar teoría. Frente al equipo de Emery, el Madrid inició otra pretemporada a nivel táctico, que tiene que ver con jugar muchos partidos con tres mediocentros. Mourinho ya sabe que este Madrid no puede jugarle de tú a tú al Barcelona y, seguramente también, en algún partido de Champions tenga que cambiar su guión dependiendo del rival. Por eso, hasta finales de febrero, su equipo tiene que saber compaginar ambos sistemas: trivote o referencia en punta, para cuando lleguen las grandes faenas. Mourinho siempre fue más práctico que estético.

La vuelta de Kaká es otro factor a tener en cuenta. Aunque su entrada en el equipo tiene que ser progresiva, lo cierto es que, a medio plazo, supone otro factor de riesgo para la titularidad del francés. El talento de Karim es inversamente proporcional a sus ganas de pelear. Eso sí, con su hat-trick ha conseguido que se hable más de su posible titularidad en lugar de su posible venta...