Dudo si la bofetada será de cinco dedos

Empiezo a escribir el texto cuando el maestro vikingo Nadal caía derrotado en Londres (casualmente donde se disputará la final de la Champions, acontecimiento que te tocará ver por televisión puesto que los octavos siempre acostumbran a dar alegrías) y debía conformarse con el subcampeonato del Masters. El suizo Federer, seguidor del Basilea y club hermanando históricamente con el Barça, celebraba la conquista de su quinto trofeo de los maestros del tenis. Con todo, me da la sensación de que el bofetón que os caerá esta noche en el Camp Nou volverá a ser histórico. Dudo si será con tres, cuatro o cinco dedos (o a dos manos, nada descartable).

Decirte que me has decepcionado mucho. ¿Dónde están tus argumentos? En la historia. Perdona, pero eso ya no vale. En pleno siglo XXI no es lógico esperar que se repitan las batallitas de cuando Di Stéfano defendía a los Millonarios de Bogotá. Nada, que has fracasado estrepitosamente. He de reconocer que lo tenías complicadísimo, puesto que defender al Madrid es más complicado que empepinarse con salvar la gestión del Tripartit, destrozado ayer en las elecciones. Volverá el Moumadrid a casa tristes y decepcionados. Sólo son tres puntos, es cierto, pero palmar en casa del gran rival duele muchísimo. Guardiola nunca fracasó ante el Real.

Y sí, tienes razón, vosotros en el Bernabéu no tiráis mecheros, derrumbáis porterías; y no lanzáis cabezas de cochinillo, sino que desde la grada golpeáis a los rivales (como a Pepe Reina). Así que Tomás, lo dicho. No arrases hoy en el Txistu. Y deja que acabe con otra cosa. Messi y yo somos de la misma talla, pequeñitos. ¿Has pensado que lo que nos cuelga no nos deja crecer? Y hazme el favor, quítate el pin del Madrid de la solapa, deja la bufanda en casa y ponte a rezar todo lo que sepas y más.