Antiviolencia y la falsa idea de equidad

No, para mí no son equiparables las manifestaciones de Mourinho y Preciado. Mourinho fue inoportuno y sus palabras resultaron hirientes para Preciado, pero no tuvieron la dinamita de la respuesta de este. Y no se alejaban del sentir común: en el Camp Nou, Preciado sacó muchos suplentes. Escogió ese partido para ahorrar minutos a sus mejores hombres. En respuesta, Preciado llamó canalla a Mourinho, y dijo que le gustaría que le sentaran entre los 'ultra boys' (Se entiende que para que lo lincharan, supongo). Una escalada verbal que se tradujo en la tremenda crispación con que se jugó el partido.

Aun teniendo en cuenta la diferencia entre ambos personajes (Preciado es un tipo templado, que rara vez se sale de madre, y Mourinho va de charco en charco) esta vez la enormidad corresponde a Preciado. Así como Guardiola suele poner cero a la izquierda de las declaraciones de Mourinho, Preciado puso un cero a la derecha. O dos. Que haya tantos colegas que se han solidarizado con él sólo expresa un reflejo corporativo (entre fantasmas no nos pisamos la sábana, el tema de las alineaciones de otro es tabú) y un explicable hartazgo de las formas de Mourinho. Pero no que tenga razón.

Antiviolencia entra ahora con una falsa pretensión de equidad. Para 'empapelar' a Preciado se han visto obligados a meter en el saco a Mourinho, simple y llanamente por el 'qué dirán'. Para eso, mejor que no hubieran intervenido. Es característica del fútbol que cada poco un follón tapa al follón anterior. Lo de El Molinón iba quedando enterrado por las discusiones sobre derechos de televisión, la goleada en Lisboa, el golpe de Busquets a Cristiano, el sorteo de Copa... Ahora Antiviolencia reaviva aquel fuego, y encima con ese ribete de cobardía moral, con ese miedo a que les acusen de madridistas.