Mourinho, Cristiano y nueve 'gurkas'

Mourinho, Cristiano y nueve 'gurkas'

Cristiano está desatado. Alcanzado su punto máximo de fuerza, y superada su ansiedad inicial por hacer lo posible, y más que eso, para que Mourinho aterrizara bien, ahora ha alcanzado un punto de efectividad aterrador. Ayer marcó dos goles y estuvo en el otro, alcanzado por Di María al cazar un rechace de Calatayud a tiro de Cristiano. Tiro envenenado, por cierto, fuerte, con curva rápida hacia abajo y bote cuatro metros antes del portero. Una suerte que repitió no mucho más tarde. Una vieja técnica brasileña que practica a la perfección: ese bote antes del portero es dificilísimo de controlar.

En torno a Cristiano, principio y final de todo, el Madrid es un grupo de 'gurkas'. Ayer se vieron un poco a contrapié en el primer tiempo, cuando a Esteban le salían los planes para descolocar al Madrid. Un gol local (impecable Trezeguet) y dos o tres desparramos en el área de Casillas, eso teníamos al descanso. Pero a la vuelta, el Madrid apretó por todas partes y poco a poco consiguió que la maquinaria del Hércules chirriara, crujiera y acabara hecha trozos. Todo con Cristiano al frente de la maniobra, y el resto peleando cada balón como si fuese el último que podía salvarles de la derrota en una final.

Así es el Madrid de Mourinho, muy solvente y con soluciones para todo. Con el 1-1 sacó a un delantero, Benzema, por un defensa, Pepe. Pero en cuanto llegó el dos a uno cambió a Higuaín y Özil por dos defensas, Arbeloa y Albiol. Todo previsto. Mourinho lo hizo tan bien que hasta consiguió una feliz rehabilitación de Benzema, que estuvo en las jugadas del 1-2 y del 1-3. Con todo eso, el Madrid se volvió feliz, con la satisfacción del que ha hecho un gran esfuerzo. Luego, eso sí, el Barça marcó cinco, dos de Messi, dos de Villa y uno de Alves. Tenemos una Liga tremenda. Lo del Camp Nou será inolvidable.