Este Atlético ya no es sólo Agüero y Forlán. Están De Gea, Godín, Filipe Luis y otros que ya estaban, pero que anduvieron algún tiempo en penumbra, como Reyes y Simao, que han vuelto a aparecer. Así, este Atlético sí que nos parece capaz de grandes cosas, como anticipaba en pretemporada. Falta algo de chispa, que Forlán coja la onda y que la media sea el sostén de un equipo que parece haber perdido el equilibrio en esa zona. Y no es culpa de Assunçao, al que se le puede perdonar que haya perdido 57 balones, porque se ha hecho imprescindible en el centro del campo por lo que corta y el apoyo que da a unos y a otros, incluidos los defensas. Que Quique lo cuide y él evite las tarjetas, al borde de la suspensión por acumulación.

Falta organización en la media, quizá porque Raúl García, muy bien en la pretemporada, ha bajado su nivel, y también se echa en falta a Jurado, que el año pasado jugó todos los partidos y fue el tercer goleador del equipo. Su sustituto natural es Fran Mérida, que está tardando en despertar y se espera mucho de él. Tiene tiempo de madurar, porque es muy joven. No lo es tanto Tiago, del que muchos piensan que no tiene la motivación del año antes del Mundial. Si vuelve a aparecer, el Atlético será más grande.