Aduriz, Llorente y Javi Guerra
Conocí ayer a Javi Guerra y ratificó la impresión que de él tenía por lo que me habían contado y después de haberle visto jugar en unos cuantos partidos de Liga. Estamos ante un delantero listo, dentro y fuera de los terrenos de juego, y ante uno de esos jugadores que deben liderar a un equipo que este año trata de regresar como sea a la Primera División. Javi Guerra lo tiene todo para triunfar en Valladolid. Técnicamente es muy bueno. Su gol de Ponferrada y el que casi le hizo al Albacete le definen. Sus 12 goles del año pasado en Levante son su mejor aval.
P ero tiene también algo que le ayuda y mucho en su faceta profesional. Está cómodo en Valladolid, junto a su mujer y a su hijo de tres años. Tras haber visitado muchas plazas de menos categoría, a orillas del Pisuerga y con 28 años ya cumplidos, puede llegar su confirmación. Es el momento de que Javi Guerra demuestre que es mejor jugador de lo que su palmarés dice. No es un veterano, pero tampoco es un juvenil. Ha conocido la cara difícil del fútbol del obrero y no está dispuesto a desaprovechar la oportunidad de disfrutar de la élite. Esas ganas y esa necesidad es algo que les faltó en muchas ocasiones a determinados jugadores del equipo blanquivioleta que terminaron por bajar a Segunda. Con todo eso a su favor es lógico pensar que el malagueño es una garantía. El Valladolid ha acertado con su llegada como en su día lo hizo con hombres como Aduriz o Joseba Llorente.