Emblema del sentimiento rojiblanco

Emblema del sentimiento rojiblanco

Compartí con Juan Carlos diez años de vestuario, pero eso incluso se nos quedó pequeño porque nuestra amistad fue y será mucho más de que aquello que vivimos en el terreno de juego. Se marcha un amigo, que pese a no haber salido de la cantera del Atleti, representa, como pocos, lo que es el sentimiento rojiblanco. En dos años se convirtió en uno más de aquel grupo que formamos con Quique Ramos, Julio Prieto, Marina, Clemente, Pedraza, Rubio, Pedro Pablo Todavía recuerdo el momento en el que llegó al club con aquella personalidad arrolladora, con una fama de marcador implacable, pero con unas ganas de aprender impresionantes. Y lo hizo. Los dos juntos tuvimos a Luiz Pereira como profesor. Fue internacional, pero por encima de los partidos que ganó o perdió siempre quedó y queda el reconocimiento de la gente.

Siempre fue de frente, un defensa expeditivo sí, pero noble, el que jugaba contra él ya sabía lo que le tocaba. Con él no me hacía falta dialogar mucho, con una mirada, con un gesto nos entendíamos, jugar con él era como hacerlo en una barra de futbolín, nos movíamos al unísono. A todos nos entristece que se haya ido, que se haya marchado tan pronto una persona íntegra y de carácter, pero si para algo nos ha servido es para darnos cuenta del cariño que se le tenía. Se va con él la máxima expresión de lo que es el sentimiento atlético, esa entrega, ese coraje rojiblanco, la identificación con unos colores, y lo dice uno que los mamó desde pequeñito, y que no duda en afirmar que se marcha uno de los nuestros. Hoy sólo puedo estar al lado de su viuda y de sus hijas. Sus amigos, sus compañeros, su familia jamás le olvidaremos.