Barça: razones para la plantilla corta

Barça: razones para la plantilla corta

El Barça decidió afrontar la temporada con una plantilla corta, veinte profesionales. El límite (que algunos apuran, entre otros el Madrid) es de veinticinco. Desde siempre se ha estimado que una plantilla corta da una ventaja: en ella no existe "carro del pescado", como se llama al grupo de jugadores que apenas cuentan. Esos seis o siete que saben que nunca van a jugar acaban mirando mal y siendo mirados peor por el entrenador, murmuran, vaguean y emponzoñan el ambiente. En una plantilla corta casi todos se sienten útiles. El problema llega cuando las lesiones la hacen demasiado corta para una temporada larga.

Y puede que empiece a ser el caso del Barça que, sí, tiene la red de la cantera, pero la garantía de que todo lo que salga de ella vaya a valer a la primera no es tan clara. Guardiola está dispuesto a rascar ahí hasta donde haga falta (anteayer salieron Nolito y Thiago, novedades en Liga, más Jeffren) pero los que tengan que entrar con urgencia y contra el marcador lo tendrán progresivamente peor. Y a alguno no tan novel, como Bojan, se ve que le pesa demasiado la titularidad. Con el Mundial a la espalda, que tanto ha cargado sobre el Barça, y con los latigazos del Virus FIFA (ahora Messi se va a Japón) el asunto le puede pesar al Barça.

¿Y por qué la plantilla tan corta? Puede ser por lo del carrito del pescado, o por ahorrar (que también) o por la confianza en la cantera. Pero a todo eso se suma la condición especial del Barça, una escuela tan definida que resulta muy difícil integrarse en ella. Jugadores que llegan, como Chygrynskiy o Ibrahimovic, salen rechazados como cuerpos extraños, como antes lo fueron otros. Ahora mismo, Mascherano está en problemas de integración. Salvo casos aislados, que los hay, se diría que el Barça sólo se alimenta, o lo hace muy preferentemente, de su propio huerto. Mucha cantera, poca plantilla, poco externo que cuaje. Esa es la clave.