Práctico y luego brillante

Aunque el fútbol exhibido ante el Mallorca no haya sido de alta escuela, la victoria del Sporting transmitió tranquilidad ante los próximos compromisos, que serán más complicados. El siguiente es el Athletic, al que en la pasada campaña se le tenía bien tomada la medida. El conjunto vasco tiene un estilo que se le puede atragantar a los gijoneses, pero tiene puntos débiles y se le puede ganar. Por lo menos, no perder. En estos casos, sumar siempre es importante. Luego está el viaje a Barcelona, para terminar el mes con el Valencia, en el que ya no están Villa y Silva, que eran los que más asustaban. Aunque es cierto que hay que jugar todos contra todos, el trauma que se creó hace dos años cuando se empezó la temporada con el 'Angliru' de los más fuertes tardó en curarse.

El Mallorca llegaba a Gijón con el aval de haber frenado al Real Madrid, pero en El Molinón demostró poco, aunque un Sporting con más oficio que en campañas pasadas y con un estilo más práctico que brillante. Eso es lo que parece imperar, aunque a la afición gijonesa le gusta algo más espectacular. Preciado tiene jugadores para cumplir con los gustos de la afición, aunque para lograrlo también hay que contar con el rival. El Athletic seguro que será tan incómodo como el Mallorca, pero cuando se figura en una posición desahogada en la tabla, la tensión es menor, con un mayor margen para el error. Todo eso llega con la tranquilidad de los puntos. Por eso es razonable pensar que primero hay que ser práctico y luego, brillante. Si se puede ser las dos cosas, mucho mejor.