Purito se merecía ser el líder
Tendré que creer en la tecnología. Faltaban centésimas para que la distancia entre Purito y el grupo de Antón llegase a un segundo. Pero, matemáticas aparte, ayer fue Joaquín Rodríguez el que más se merecía vestir el maillot rojo de líder. De los tres que tenían más posibilidades de encabezar la general, fue el del Katusha el que más lo intentó, el más valiente. Y si no lo consiguió fue, en parte, por la poca ambición de su equipo, que no tiró lo suficiente para coger a los fugados y eso le privó de pelear por las bonificaciones en una llegada donde estaba claro que iba a ser el más rápido. De hecho, sólo el Cervélo de Carlos Sastre fue ambicioso e intentó poner un ritmo fuerte en la Carrasqueta, pero no continuó, viendo que ningún equipo le ayudaba. Capítulo aparte merece la anulación del sprint de Onil: ¿Cuando se produzca una caída en el sprint de meta qué harán? ¿Cancelarán la etapa? Me ha parecido absurdo.
Dejando de lado las polémicas, esperaba mucho más de la etapa de ayer. Hoy tienen otra oportunidad de dar espectáculo. El recorrido hace que sea muy difícil controlar la carrera y estoy seguro de que Purito lo volverá a intentar. Se va a llegar a su tierra y qué mayor honor que vestirse de rojo en la Vuelta cuando ésta pasa por ella. Por lo visto hasta ayer, lo merece.